sábado, 10 de diciembre de 2011

Si, esa chica soy yo.

Algunos la llamaron loca por su falta de sentido común, por enamorarse de los ojos más bonitos aunque ella tenía una venda en los suyos, por besar a ese alguien "especial" en cuenta de que era su príncipe azul y le salió rana, por levantar bandera blanca en mitad de una guerra, por aferrarse a sus ideales aunque estos tienen fecha de caducidad, por querer vivir al límite muriendo de limitación, por querer sin querer, por querer olvidarte sin acordarse siquiera de como se olvida, de intentar lo que a nadie se le ocurre intentar, de morder el aire, de inventarse un color para el viento, por agarrarse de la mano equivocada, por caer, y no querer levantarse, por respirar sin querer acerlo, por apagar la llama, por negar besos, por evitar los abrazos, por repeler las caricias, por odiar el amor. No era una chica fria. No queria odiar el amor, en realidad, ella era adicta. Necesita su dosis diaria. Su chute. Pero se desenganchó porque nadie le proporcionaba aquél sentimiento que ella tanto ansiaba. Amor. Una palabra, solo una, fácil de sentir y difícil de explicar. Quería esa palabra sobre cualquier otra cosa, pero amor de verdad, verdadero. Supongo que pensais que esa chica está loca, pero en la locura, siempre hay algo de cordura. Si, esa chica soy yo.

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