miércoles, 14 de noviembre de 2012

Love > distance.


Y un día, conoces a alguien. Le conoces. Todo empieza como si nada. Hablando de lo de siempre. La música. Compartís los mismos gustos respecto a eso. Te das cuenta hablando con él, que es un chico diferente. Alguien, al que no conoces todos los días. La conversación fluye con total normalidad. Habéis conectado. ¡Y vaya que si habéis conectado! Es una conversación cómoda, sin presión.. vamos que te sientes genial cuando hablas con él. Empiezas a notar que tienes unas ganas tremendas de abrazarle y de estar con él. Pero, la distancia lo impide. Estáis demasiado lejos. Empiezas a cagarte en la puta distancia y en todo. Porque tu lo que quieres es estar a su lado. Sentir sus dedos de las manos entrelazados con los de tus manos. Quieres tener su sonrisa a dos centímetros de la tuya. Escucharle todo lo que tiene que contar. Porque, te encanta escucharle. Su voz. Su voz es tremendamente perfecta. Vamos, que no te importaría que te susurrara al oído durante toda la noche. Habéis conectado. Y es cuando te das cuenta, de que tal vez, te esté empezando a gustar. Porque esas ganas irremediables que tienes de abrazarle cuando se conecta no son normales. Porque te duele saber que necesita un abrazo. Necesita a alguien y tu no puedes estar a su lado porque la distancia es muy hija de puta. Entonces, se lo dices. Bueno, él ya lo sabe porque tiene las mismas ganas que tu. Y te dice, es que tú me encantas, y le dices tú a mi también me encantas y lo lee y tarda unos minutos en responder por lo que decides ponerte a repasar el examen de literatura que tendrás el próximo día.. y al cabo de dos minutos te dice ''tú eres para mí'' y ahí es cuando mandas a la mierda a Larra, Espronceda, Bécquer y demás. Vuelves a leer la frase. La lees dos veces y piensas, eso me lo la ha dicho a mí. Sabes que tienes que responder porque llevas en ''standby'' cinco minutos y le respondes ''quiero ser para ti''
Los días pasan y sabes que le echas de menos. Pero tienes miedo. Mucho miedo de que esto se termine como si nada, a que la distancia haga mella sobre todo esto. Miedo a perderle. Porque sabes que en una semana se ha convertido en alguien especial. Alguien al que no quieres dejar de abrazar. Alguien al que quieres hacer feliz. Alguien que se merece muchísimo ser feliz.

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