miércoles, 14 de noviembre de 2012

En fin.


Hoy es una mierda de día.
Si, una puta mierda. Y lo es porque tu no estás aquí. Porque yo no puedo ir allí. Porque yo necesito abrazos. Nunca los había necesitado tanto. Porque necesito sentarme en la cama con alguien y hablar y terminar llorando. Llorar hasta que no pueda más. Hasta que me duelan los ojos. 
Hoy es miércoles pero parece domingo. Y si hoy es un mal día mañana lo será peor. Pero así funcionan las cosas. Un día bien, veinte mal. 

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