Sí, soy feliz. Con príncipe o sin príncipe. Con motivo o sin motivo. Sin un lugar en concreto. Sin alguien especial. Simplemente estoy feliz. Me apetece sonreír y saltar. Me apetece estar bien. Me han dicho tantas veces eso de: "si la vida te da mil razondes para llorar, muéstrale que hay mil y una para sonreír" que ya me da igual el llorar o no. Porque sé que después voy a sonreír, siempre.
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